29 marzo 2024
Síguenos en Twitter Síguenos en Facebook Síguenos en Linkedin
El fondo dueño de R es el favorito para hacerse con la primera aceitera mundial
Comparte   
09 Apr 2014 | 11:00h
El fondo dueño de R es el favorito para hacerse con la primera aceitera mundial
El fondo de inversión británico CVC, propietario de la operadora gallega de telecomunicaciones R, es el favorito para hacerse con la primera comercializadora mundial de aceite, la empresa andaluza Deoleo. Según confirmaron fuentes próximas a la operación, CVC ha presentado la oferta más alta de las cinco que optan a hacerse con el paquete accionarial de control (del 31,4 %) de la firma española. Las acciones de Deoleo caían el 1,16 % tras abrir la Bolsa esta mañana, tras anunciar la cuantía concreta de la oferta, que asciende a 0,38 euros por acción.

El Fondo Stratégico Italiano, con el respaldo de Qatar Holding, Rhone, Pai Partners y Carlyle completan el listado de interesados en la adquisición de Deoleo, cuyo valor en Bolsa está en 485 millones de euros.
El paquete en venta de la compañía -fuertemente endeudada- está en manos de los bancos acreedores (Caixabank, Bankia, Kutxabank y BMN), pero el futuro de la subasta aún no está claro, ya que las presiones para mantener la españolidad de Deoleo se intensifican. Así, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, admitió el lunes el interés del Gobierno por hacerse con una participación «minoritaria» de la empresa a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI).
El fondo CVC cuenta con inversiones por unos 50.000 millones de dólares (36.000 millones de euros) y en España, además de la operadora de cable R, también es accionista de otras seis empresas: Abertis, Cortefiel, el grupo papelero Lecta (antes Torraspapel), el de restauración Zena (dueño de cadenas como La Vaca Argentina, Foster's Hollywoood o Cañas y Tapas) e Idcsalud.




Tras la presentación de las ofertas se abre ahora un proceso de comprobación de condiciones y de posible mejora, lo que no deja cerrada la subasta.

Fuente: La Voz de Galicia