Alrededor de una veintena de ayuntamientos de la provincia de A Coruña tendrán que modificar su plan general o normas de planeamiento próximamente para incorporar las nuevas servidumbres aeronáuticas acordadas entre los ministerios de Defensa y Fomento. Estas servidumbres ya han sido aprobadas por la comisión interministerial, que prevé que entren en vigor "en los próximos meses".

Culleredo y Oleiros son los concellos más afectados por estas nuevas afecciones, pero también tendrán un impacto importante en A Coruña, además de Cerceda, A Laracha, Arteixo, Bergondo, Cambre, Carral, Miño, Sada e incluso zonas como Ares, Cabanas, Fene, Narón y San Sadurniño.




Las actuales servidumbres aeronáuticas (que imponen limitaciones a la hora de construir y realizar actividades en la zona de paso de los aviones) son del año 1996 y ahora Fomento las modifica por la ampliación de la pista del aeropuerto de Alvedro, pero también por la actualización de equipos de ayuda a la navegación: se cambiará de posición un equipo localizador; y se incorporará otro que mide las distancias con ayuda de un radiofaro en Oleiros, que, junto a un radioenlace en Culleredo, conformarán lo que llaman un "enlace hertziano".

El Gobierno central además ha definido nuevos procedimientos de aproximación instrumental al aeropuerto. En el caso de Culleredo, por ejemplo, si las anteriores servidumbres aéreas afectaban a un 70% del territorio, ahora alcanzan más o menos al 90%.

Aviación Civil ha advertido de que una vez que entren en vigor las nuevas servidumbres "será obligatoria la adaptación de los planes o instrumentos de ordenación territorial u urbanística en vigor" en el plazo de seis meses. Además, las determinaciones de los planes generales "que no resulten acordes con las servidumbres aprobadas" no serán de aplicación.

El organismo aéreo acaba de emitir, el pasado mes de febrero, un informe sobre el refundido del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Oleiros, que se aprobará el próximo lunes. El informe es positivo pero Aviación recomienda a Oleiros que incorpore ya estas servidumbres en tramitación para no tener que volver a modificar el plan próximamente.

El Ejecutivo local, sin embargo, según figura en la propuesta de aprobación del PXOM que llevará a pleno, dice que "no se incorporan los planos" de las servidumbres en tramitación porque opina que aún no están definitivamente aprobadas, están acordadas pero no entraron en vigor al no ser aprobadas por real decreto u orden ministerial, así que, según la legislación vigente, no es obligatorio incluirlas ahora.

Aviación Civil advierte, en el informe que ha elaborado sobre el plan de Oleiros, de que estas nuevas servidumbres "aumentan la afección sobre el término municipal de Oleiros". Señala que existen zonas en las que el propio terreno vulnera una de las servidumbres, la superficie de limitación de alturas del "enlace hertziano", como es el caso de áreas de Lorbé y Aba, la costa de Maianca, las zonas de O Castro, As Pedras, A Comexa, A Choupana, Cortiña y Mosqueiro.

Las zonas bajo la afección de las servidumbres del aeropuerto están sometidas a restricciones, por ejemplo, será necesario un "informe favorable previo de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea" para la ejecución de "cualquier construcción, instalación (postes, antenas, aerogeneradores)", e incluso grúas de obra.

De forma excepcional se podrán autorizar construcciones o instalaciones aunque superen los límites siempre que la agencia estatal constate que no se compromete la seguridad aérea ni se crea "apantallamiento".

La ampliación de la pista de Alvedro, por lo tanto, pero también las instalaciones radioeléctricas complementarias, hacen que se produzcan estas afecciones que obligarán a los concellos a cambiar su urbanismo.

En Oleiros existe un radiofaro de muy alta frecuencia; dos no direccionales y uno omnidireccional de muy alta frecuencia, además de un equipo medidor de distancias. En Culleredo, además de un radiogoniómetro, está la torre de control, equipos de medición de distancias y de trayectorias de aterrizaje.

Fuente: La Opinión de A Coruña