El donostiarra Juan Mari Arzak llegó ayer al mediodía a Negreira justo a tiempo para disfrutar de una comida en Casa Barqueiro, el negocio de sus amigos Rogelio y Francisco Rial al que de unos años a esta parte acude habitualmente. Allí saboreó una variedad de mariscos y un chuletón de vaca vieja bañados con albariño y el ribeiro de Emilio Rojo.
El cocinero viajó solo «porque vengo tres días y, además, si yo cojo vacaciones, mi hija Elena se tiene que quedar en el restaurante en San Sebastián», explicó a los postres.

Dispuesto a dejarse llevar por los planes que los hermanos Rial diseñen, durante estos tres días paseará por la Costa da Morte y visitará, entre otros, el restaurante santiagués Mar de Esteiro. También le tocará ponerse a los fogones y cocinar para sus anfitriones.




Arzak bromeó sobre los rumores de la apertura de una casa de turismo rural en el municipio coruñés, donde ya tiene un piso: «También dicen que tengo una en Laponia. Lo cierto es que compré un terreno junto con un amigo y no sé todavía lo que haremos con él».

Fuente: La Voz de Galicia