El alumnado coruñés que no estudia en la Universidad crece a una velocidad mayor que su profesorado. Para este curso hay matriculados en los centros públicos y privados de enseñanza no universitaria del municipio un total de 39.873 alumnos, casi 2.800 más que hace ocho años, de acuerdo con los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE). Ese aumento del 7,5% es superior al del incremento de la plantilla docente en el mismo periodo, de solo el 1,4%, ya que en 2005 había 3.080 maestros en esas etapas formativas y en 2013 hay 3.123. A casi trece estudiantes les corresponde en la actualidad un profesor.

Los recortes impuestos a la contratación de profesorado, la reestructuración de horarios lectivos por parte del Gobierno del PP y la falta de agilidad administrativa para cubrir bajas o compensar jubilaciones -además de un incremento de la población escolar- están detrás de este desequilibrio actual entre alumnos y docentes, según analizan integrantes de la comunidad educativa en la ciudad. Las aulas de Primaria han pasado en los últimos tres años de tener 16 estudiantes de media a contar con 25, sin contar a repetidores de curso.




Hay más alumnos mientras decrecen los recursos. El Instituto Zalaeta (centro de enseñanza Ramón Menéndez Pidal), por ejemplo, ha sumado 100 estudiantes más en los últimos tres años, hasta llegar a la cifra de 650, pero ha perdido cuatro profesores en el mismo tiempo -pasó de 63 a 59-, cifra su director, José Toba, a quien le duele admitir que las limitaciones de personal debilitan la atención a alumnos que, por razones de nacionalidad o de capacidad intelectual, precisan más dedicación por parte de los docentes. "Donde más se acusa la falta de recursos es en la atención a la diversidad, el trato personal que requieren ciertos alumnos especiales o con problemas. Cuanto más personalizada sea una enseñanza, más calidad tendrá, y eso se está perdiendo", afirma Toba.

Con prácticamente el mismo profesorado, los centros coruñeses han sido testigos de un aumento de población escolar que ha sobrepasado la capacidad de las aulas. "Los centros que antes no estaban completos ahora están al 100% pero con el mismo número de profesores", refleja Emilio Veiga, presidente de la Asociación de Directores de Centros de Primaria de A Coruña. "Con el personal justo nos dedicamos a cubrir necesidades fundamentales", advierte. "Y con más horas lectivas directas que han hecho perder a los profesores dos horas de liberación horaria desaparece la capacidad de atender otras tareas de las que antes nos ocupábamos", añade.

Veiga coincide con la presidenta de la Federación de Padres de Centros Públicos, Helena Gómez, en censurar la falta de rapidez general para cubrir las bajas que se producen en el profesorado, de las que una de las causas más comunes es la depresión. "Los centros de enseñanza y los padres hemos tenido que presionar para que se acelerasen los trámites para ocupar vacantes y bajas porque los niños se han quedado sin ir a clase algunos días por falta de profesores", asegura Gómez, quien reconoce no obstante que en 2013 las bajas "se cubrieron pronto". "Cuesta contratar maestros titulares fijos y tener interinos es caro", comenta.

Estos representantes de la enseñanza advierten además de que en los últimos años se ha elevado el número de alumnos en centros situados en zonas como Matogrande, Os Rosales o Novo Mesoiro, donde ha habido más movimientos migratorios y se han instalado familias jóvenes con hijos de corta edad. Centros que han registrado un notable aumento de alumnos han sido, por ejemplo, los CEIP Emilia Pardo Bazán, María Pita y Alborada.

Opuesto al crecimiento del alumnado de los centros de Primaria y Secundaria en la ciudad desde mediados de la década pasada ha sido el de los estudiantes universitarios. Según muestran las estadísticas del IGE, en 2013 hay 6.189 alumnos matriculados en estudios superiores, un 69% menos que en 2005, cuando la cifra superaba los 20.000. Por contra, el profesorado de la Universidade da Coruña experimentó hasta 2012 un ligero incremento desde hace ocho años, al subir de 1.326 a 1.461.

Fuente: La Opinión de A Coruña