La planta de basuras de Nostián costó a la concesionaria un 50% más del presupuesto inicial. Los 52,2 millones de euros que Albada estimaba precisos para poner en marcha el tratamiento de residuos sólidos urbanos de A Coruña se quedaron cortos. Ese sobrecoste obedece al mal funcionamiento de la planta; a las averías de componentes clave, como los biodigestores para la producción eléctrica; y a las obras programadas en la fallida alianza con Sogama. Los 25,96 millones adicionales invertidos por la empresa elevan el presupuesto de ejecución de la planta a 78,1 millones de euros, según concluye la auditoría económica de la concesión, elaborada por KPMG por encargo del Ayuntamiento.

El "mayor incremento de las inversiones", reflejan los auditores, lo absorbieron mejoras y reparaciones en la planta (15,08 millones), y la construcción de un nuevo vertedero para los residuos no reciclables (9,35 millones). En la planta, las inversiones más elevadas se debieron a la ejecución de una nueva nave para la producción de combustible derivado de residuos (CDR, 10,6 millones) y la reparación de los biodigestores (4,3 millones).




El anterior Gobierno local había argumentado que la nave CDR, finalizada en 2009, era necesaria para el acuerdo de colaboración entre Nostián y Sogama, el plan de tratamiento de residuos de la Xunta. Esa alianza, anunciada con el PSOE y el BNG en el Ejecutivo autonómico, jamás se llevó a la práctica. Además, el reventón de un biodigestor en 2002 y las averías que sufrieron en 2005 requirieron nuevas inversiones en ellos.

El sobrecoste se completó con actuaciones que, en conjunto, alcanzaron los 1,53 millones de euros. La más cara fue la destinada a terrenos en las instalaciones, con 478.969 euros, y la más económica, un gasto de 1.691 euros en el edificio de administración y báscula.

La Opinión de A Coruña