El presidente de la Xunta alababa el sector de las renovables como "una posibilidad de crecimiento económico" y "una apuesta por enseñar una Galicia comprometida con su patrimonio natural". De ahí la intención del Ejecutivo autonómico de "reforzar" su desarrollo. Lo que obliga a importantísimos cambios en la gestión llevada hasta ahora, especialmente en la principal baza que la comunidad tiene, la del negocio del viento. Alberto Núñez Feijóo confirmaba durante la apertura del Debate sobre el Estado de la Autonomía la reforma de calado en el concurso eólico que FARO adelantó hace una semana, con la posibilidad a los promotores de devolver potencia.

O toda, una opción que ya existía "y que ahora vamos a completar mucho más, "o una "parte" de los megavatios (MW) adjudicados. Feijóo habla de "facilidades" para esa renuncia, sin detallar cuáles, y con la salvedad de que "ningún promotor" de momento desistió "voluntariamente" -hay tres expedientes forzosos, incluido el de Estela Eólica, con 186 MW a cambio de la descartada incineradora del sur- y que "buena parte de ellos siguen cumpliendo" los compromisos adquiridos de inversiones y empleo.




La última actualización pública de ese cumplimiento se remonta a octubre del pasado año, cuando la Consellería de Economía e Industria aseguró que, de los 13.266 empleos previstos al amparo del reparto de los 2.325 MW, se habían creado 580 puestos. El total de inversiones rondaba los 6.000 millones de euros. Ese objetivo inicial de autorizar los 90 nuevos parques en 2012 queda claramente desfasado. Por eso el presidente de la Xunta lanza el compromiso de "agilizar" los trámites administrativos y los plazos de ejecución de los recintos para así "incrementar las exigencias a los promotores" y "acortar" el calendario de los planes industriales. Ahora, el objetivo está en llegar a final de la legislatura con "parte" de las inversiones "en funcionamiento".

Fuente: El Faro de Vigo