Cinco siglos después de la muerte de Fernando de Magallanes, sus descendientes mantienen el mismo afán descubridor. La empresa Magallanes Renovables ha creado el primer prototipo de plataforma diseñada en España capaz de generar energía eléctrica a partir de las corrientes marinas. Se trata de un trimarán, un catamarán de tres cascos.
El director del proyecto, Pablo Mansilla, señala que la compañía ha sido reconocida por el European Marine Energy Center como el primer proyecto español de corrientes marinas y así acaba de ser presentado el invento en Londres en una conferencia internacional. Mansilla dice que «se calcula que España es capaz de producir el equivalente a cinco centrales nucleares de energía gracias a las favorables corrientes que bañan sus costas». El lugar con más potencial generador es el estrecho de Gibraltar.
La empresa tiene sede en Redondela y fue fundada en el 2007 por Alejandro Marques de Magallanes. Desde sus inicios ha focalizado su actividad en el desarrollo de una plataforma flotante con una potencia de dos megavatios y una capacidad de producción de 86 gigavatios al año. Tras realizar el estudio de viabilidad, con ayuda del Departamento de Tecnología Aplicada de la Universidad de Vigo, los promotores llevaron a cabo estudios de diseño en colaboración con el Centro Tecnológico Naval Gallego y la Escuela de Ingenieros Navales de Ferrol. Finalmente optaron por construir un trimarán, que permite dar cabida a dos generadores y sistemas electrónicos y aumenta la estabilidad del invento. La captación de la energía de las corrientes marinas se realiza en los dos rotores, con tres palas, enfrentados y que giran en sentido opuesto, que convierten el movimiento de las mareas y la corrientes en energía eléctrica a través de dos generadores. La configuración de las palas se puede modificar para optimizar la captación de energía de los dos rotores, aprovechar los dos sentidos de la corriente y estabilizar la plataforma. Este sistema también es útil frente a condiciones extremas del mar de forma que, si hay temporal y se pone en riesgo la plataforma, se modifica el paso de las palas disminuyendo el esfuerzo al que están sometidas.