A pesar de que el promotor de los nuevos locales de ocio, Manuel Lijó, anunció a bombo y platillo que esa gran iniciativa que revitalizaría el complejo vería la luz el próximo 14 de febrero, finalmente no será así. Pablo Ramos, director de Larry Smith, empresa que gestiona los activos comerciales del grupo Chamartín propietario del centro comercial, asegura que el «proyecto sigue en pie, pero por el momento no hay nada firmado» a falta de un mes de la posible reapertura. «Nos parece una opción muy interesante, de hecho las conversaciones siguen abiertas.

Soy esclavo de mis palabras y lo mismo que digo hoy, lo dije hace tres meses», explicó Ramos. En esta misma línea, el director de Larry Smith advierte de que «existe riesgo de que no salga adelante». De ser así, Ramos se remite a sus declaraciones del día de la presentación. «Si no salía este proyecto a corto plazo cerraríamos». Y añade: «Ahora mismo no hay alternativas, sino ya habríamos pasado al plan B».




Respecto a los motivos que están dilatando la puesta en marcha del nuevo complejo, Ramos deja entrever que está pendiente de financiación y de cerrar acuerdos con los grandes operadores, o esto es lo que le habría trasladado Lijó. Cabe recordar, que los propietarios exigen un mínimo de 15.000 metros cuadrados comprometidos para arrancar. A Ramos le consta que hay gente interesada y así se lo han hecho saber, pero lo cierto es que a día de hoy Lijó no ha reunido el apoyo suficiente. A esto hay que sumarle, que a raíz de la presentación público del proyecto, saltaron a la luz los problemas de Lijó con la Justicia, e incluso existe una sentencia que le condena a ingresar en prisión.

A finales de noviembre, Lijó señaló que había más de 20 operadores interesados en este proyecto innovador de ocio nocturno, de los que se llegaron a dar nombres, e incluso avanzó que las obras serían inminentes, que ya había arquitectos trabajando en ello. Pero, por ahora, las únicas máquinas que hay en Dolce Vita son las de Media Markt.

Fuente: La Voz de Galicia