Aprender a convertir una idea original en una empresa no es algo que se hace en dos días. El mercado laboral ha hecho que el autoempleo se convierta en una alternativa que gana adeptos y el Ayuntamiento de A Coruña ha puesto los medios para que quienes apuestan por dar ese paso lo hagan con unas mínima garantías.

La Escuela de Emprendedores vinculada al proyecto Urbana-C es una de esas primeras paradas para los buscan empezar. Ese es el primer paso que dan muchos en unas instalaciones por las que, desde su puesta en funcionamiento en enero de este año, han pasado ya 749 personas que han asistido a 20 acciones formativas de distinto tipo repartidas en 500 horas de formación. Las 20 plazas del curso Avanza, un máster de 250 horas sobre gestión empresarial, están cubiertas desde hace tiempo. «El emprendedor, como el salmón, ha de ir cambiando de hábitat y adaptándose a las siguientes fases, y hay un montón de recursos que forman el ecosistema del emprendedor», cuenta Antonio Domingo Tudó, responsable de la escuela.




El organismo que dirige ejerce de una suerte de puerta de entrada para los emprendedores que requieren una formación mínima y una orientación para que su carrera se adapte a sus características y tenga más posibilidades de éxito. Otros organismos -como el Igape y la Cámara de Comercio- ofrecen también actividades en ese primer momento.

El segundo paso cuenta también con cobertura municipal a través del vivero de empresas, dependiente de la Concejalía de Empleo. Pronto habrá un segundo vivero del Ayuntamiento en marcha para alojar proyectos. En esa fase abren posibilidades nuevos conceptos, como el coworking o el cada vez más conocido crowfunding. El tercer escalón es más complejo para quien llega tan lejos. Se trata de la búsqueda de financiación. Cerradas las vías tradicionales de la banca existen ciertas ayudas públicas y nuevas figuras como los business angel, que aunque en Galicia no abunda, también empieza a haberlos. «Lo importante es saber moverse porque nadie te da todo, cada cosa ha de hacerse en su momento», dice Tudó, que cita entre otros recursos los espacios pop up, como el bajo municipal abierto en la calle Barcelona. Las ferias que también organiza Empleo completan un sustrato con el que es más fácil que los emprendedores puedan echar raíces.

Fuente: La Voz de Galicia