20 Mar 2014 | 10:06h
A Coruña pierde la mitad de las entidades sociales que prestan servicios a la comunidad
La ciudad perdió en dos años la mitad de las entidades sociales que prestan servicios a la comunidad e inscritas en el listado oficial de la Xunta. De las 229 organizaciones que se encargaban de hacer un poco más fácil la vida de los coruñeses en 2011 quedaban el 31 de diciembre de 2013 tan solo 114. Esta radiografía se hace poniendo como base el registro de entidades de la Consellería de Traballo e Benestar, que incluye no solo a las organizaciones que tienen sede en la ciudad sino también a aquellas que, siendo de fuera, realizan actividades en A Coruña.
El descenso, según el director de Ecos do Sur, Patxi Hurtado, se debe a los recortes de las administraciones públicas en la financiación de las organizaciones que prestan servicios sociales. "Algunas han tenido que rebajar su actividad y prescindir de personal y otras, directamente, han desaparecido", explicó ayer Hurtado.
Otra de las razones por las que una entidad puede desaparecer del registro de la Xunta es por no haber presentado durante dos años la memoria de actividad, por lo que la administración entiende que no está en funcionamiento. El descenso más fuerte se produjo, según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en el paso de 2011 a 2012, cuando la cifra de entidades sociales cayó hasta las 117 en la actualización que se realizó del listado autonómico.
En el apartado de entidades sociales entran desde las entidades religiosas hasta las fundaciones, organizaciones sindicales y asociaciones centradas en ayuda a la comunidad. Entre todas las actividades que prestan los entes analizados, solo se incrementan las de inclusión. En 2011 eran 11 entidades las que ofrecían este servicio y 2013 se cerró con 16 organizaciones de este ámbito.
La atención a la discapacidad (78 entidades en 2011 y 47 en 2013); a la comunidad (de 83 pasó a 38); a la familia (de las 84 de 2011 se quedó en las 43 de 2013); a la igualdad (se redujo a la mitad); a la infancia (se quedó en 43 de las 80 que había en 2011); a los mayores (solo resistieron 18 de las 39 iniciales) y a los menores (resistieron 46 de las 84 de dos años atrás) bajan con respecto a 2011, aunque el descenso más significativo se produjo en el paso de 2011 a 2012. Una misma organización puede impartir actividades para diferentes colectivos, aunque solo se contabiliza como una firma.
Las entidades sociales sufrieron también la pérdida de otra fuente de financiación, la que procedía de las obras sociales de las cajas, entre ellas Caixanova y Caixa Galicia y las posteriores entidades fusionadas, según comenta Patxi Hurtado. Otras firmas financieras mantuvieron sus aportaciones a actividades, pero no tanto como para llenar el hueco dejado. "Las entidades sociales nos mantenemos en un 80% con financiación pública, nuestra asignatura pendiente es captar fondos privados", analiza el director de Ecos do Sur, que asegura que tanto los ayuntamientos como la Xunta como el Estado han reducido sus aportaciones a las organizaciones sociales, por lo que las firmas más pequeñas se han visto abocadas a la fusión, a la reducción o la desaparición.
Fuente: La Opinión de A Coruña