El de hoy será un día que quedará grabado en la retina de muchos vecinos de la comarca de Barbanza, principalmente del municipio de Noia. Por fin, después de cuatro años de obras y muchos más de agrias polémicas a cuenta del trazado, se abrirá al tráfico la variante llamada a descongestionar el tráfico que, sobre todo en verano, atasca la villa noiesa. La infraestructura, en la que se han invertido casi cincuenta millones de euros, tiene además la virtud de acortar distancias y acercar el litoral barbanzano a Santiago.

El presidente de la Xunta dijo en una de sus visitas a las obras que la circunvalación de Noia cambia el mapa, y a partir de hoy los conductores podrán comprobar si exageraba o si su afirmación es cierta. Sobre el papel, el trazado se reduce en poco más de dos kilómetros con respecto al que sigue la carretera comarcal AC-550, pero el acercamiento de la ría noiesa a la capital compostelana en términos de tiempo es mucho mayor: los desplazamientos se acortarán entre 10 y 15 minutos, un 71%. De este ahorro se beneficiarán directamente los más de 24.000 habitantes de Noia y Porto do Son, que tendrán Santiago, con su aeropuerto o la futura estación del AVE, a tiro de piedra, además de quienes elijan la comarca para disfrutar de sus playas.




Esta infraestructura, largamente esperada, puede considerarse el antepenúltimo paso para lograr la demandada vertebración de la comarca barbanzana, mejorando las comunicaciones entre los distintos municipios, con Compostela y con el sur de Galicia. En previsión está la construcción de otras carreteras, como la variante de Portosín, aunque por ahora no hay plazos para su ejecución.

Por lo pronto, en Noia se dan por satisfechos con la puesta en servicio de una de las actuaciones más importantes de las acometidas por el Ejecutivo autonómico, en palabras del propio Núñez Feijoo. La parte más compleja, y también la más polémica del trazado, es el puente que cruza la ría de Noia desde A Barquiña hasta Testal. Con sus 1.657 metros de longitud es, tras el que une A Illa de Arousa con Vilanova, el segundo puente más largo de los que ha ejecutado hasta el momento la Xunta de Galicia.

Este trecho es también el más caro de la nueva carretera, al absorber 27 de los casi cincuenta millones destinados a la construcción de la variante. Convertido en el emblema de la obra, el puente sobre la ría, tan esperado por unos y tan denostado por otros que defienden que hubiera sido más apropiado un trazado por el interior, será hoy, a las 11.00 horas, el escenario de la inauguración oficial. Minutos antes, el viaducto se abrirá al tránsito peatonal, y a partir de las tres de la tarde los primeros coches circularán por la ansiada carretera.

Todo está listo y solo falta esperar para comprobar si el gigante de hormigón y acero trae a Noia la prosperidad que se espera o si, por el contrario, como creen quienes aún sostienen que el viaducto no era necesario, solo sirve de atajo para que los turistas pasen de largo.

Fuente: La Voz de Galicia