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El comité de Caramelo culpa de su crisis a la anterior dirección
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17 Apr 2013 | 11:13h
El comité de Caramelo culpa de su crisis a la anterior dirección
El recuerdo del ERE del 2009 es tan nefasto entre la plantilla de Caramelo que cualquier reminiscencia de aquel período, marcado por el conflicto permanente entre el comité y la recién aterrizada dirección de la empresa, se intenta alejar como un fantasma. Cuatro años después de aquel amargo trago, que supuso la salida de 237 trabajadores, la mermada plantilla de la textil (132 personas en la central coruñesa) prefiere ahora cerrar filas con Manuel Jove, propietario de un 92,5 % de la marca a través de su corporación Inveravante. «Este señor sabe estar y tratar a la gente, están dialogando con los trabajadores, nada que ver con lo anterior».
¿Qué es lo anterior? El período que transcurrió entre la salida de Javier Cañás de la marca en el 2002 y el desembarco de Jove a finales del 2008, cuando la gestión quedó en manos de las familias Caramelo y Gestal, fundadoras junto a Cañás de la marca. «Aquello era una fábrica de hacer dinero, pero se acabó la fiesta y empezaron a pedir créditos», apuntaba Servia en un descanso entre las asambleas convocadas por el comité para informar de la situación a los trabajadores de los distintos departamentos y tratar de resolver sus dudas.
Quizá por eso, uno de los nombres que ayer mencionaban en la plantilla y en el comité como el más adecuado para convertirse en el socio que busca Jove para reestructurar la empresa es el del propio Cañás, aunque desde la dirección lo veían como una posibilidad remota y remarcaban que no se había producido ningún contacto.
Por otra parte, los sindicatos reclamaban ayer que la regulación de empleo que se planteará durante el concurso se acometa, principalmente, mediante bajas incentivadas y prejubilaciones, una propuesta que ya se había planteado en el ERE del 2009 y que salió adelante tras la desautorización de la plantilla al anterior comité de empresa, que se negaba a allanar cualquier salida. Desde la empresa insistían en que su prioridad es mantener el mayor número de empleos, aunque insistían en que el ajuste va a ser profundo, como anunciaron el lunes.
Mientras continuaba el debate sobre el futuro de la textil, el concurso daba sus primeros pasos en los tribunales, con la asignación del caso al Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña, que tiene al frente a Rafael García Pérez, el juez que instruye el concurso del Deportivo.





Fuente: La Voz de Galicia