30 Dec 2013 | 19:07h
Galicia despide un malísimo año empresarial entre ventas y quiebras
El 2013 se va, dejando el saldo más visible del impacto de cinco años de crisis sobre las empresas gallegas. Si en ejercicios anteriores, los balances de mortalidad empresarial evidenciaban la debilidad de las pymes, el año que termina muestra el agotamiento de compañías emblemáticas y referentes por su marca y su prestigio. Son casi todas firmas internacionalizadas y de amplia trayectoria, pero cuyo nombre no ha servido de aval suficiente para conseguir refinanciar el crédito, después de un endeudamiento prolongado. Las consecuencias de este cataclismo se traducen en concursos de acreedores, expedientes de regulación de empleo y ventas de grupos que hace cinco años figuraban en las primeras posiciones del ránking de facturación del informe Ardán, que elabora el Consorcio de la Zona Franca de Vigo con las 1.000 mayores empresas de Galicia: Pescanova, Hijos de J. Barreras. Freiremar y Pórtico son algunos ejemplos.
Mención aparte merece el proceso de saneamiento financiero que ha llevado a la nacionalizada NCG Banco a manos del venezolano Banesco, por 1.003 millones de euros; o a Evo Banco, la red exterior de NCG, a pasar a ser propiedad del fondo de inversión norteamericano Apollo.
Como también resulta excepcional la situación en la que se encuentra Pescanova, que el pasado mes de abril se declaraba en concurso de acreedores, y cuya deuda no hace más que crecer a medida en que se van haciendo públicas sus cuentas auditadas, hasta alcanzar los 4.200 millones de euros.
Fuente: La Voz de Galicia