22 May 2019 | 11:44h
LA EMPRESA DE LA SEMANA: Pontegadea
Nuestra empresa de la semana es Pontegadea. Conocida hasta el año 2015 como Pontegadea Biotécnica, esta compañía forma parte del holding dirigido por Amancio Ortega, primera fortuna del país y dueño del gigante del textil Inditex.
No es la primera vez que las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública salen a la luz… y no será la última. Utilizado en varias ocasiones como argumento político en plena campaña electoral, la filantropía de Ortega comenzó varios años atrás.
Con un patrimonio superior a los 60 mil millones de euros, el dueño de Inditex siempre ha contado con una serie de empresas y fundaciones sociales que han prestado atención necesidades sanitarias y educativas a nivel nacional realizando inversiones en material o programas sociales.
Uno de los ejercicios más destacados de la empresa tuvo lugar a principios de década, cuando se sumergió en el Proyecto CIMA para la investigación y desarrollo de técnicas de detección prematura en enfermedades como el cáncer junto a la Universidad de Navarra.
Con 152 millones de presupuesto, CIMA también fue financiado por BBVA, El Corte Inglés, Omega Capital de Alicia Koplowitz, Grupo Masaveu, Corporación Caja Navarra, Unicaja, Ungria Patentes y Marcas o el Grupo Fuertes. Más de 300 trabajadores de 20 nacionalidades distintas trabajan en el que sigue siendo uno de los centros oncológicos más destacados a nivel mundial.
El 10% del proyecto—15,2 millones de euros— corrió a cargo de Pontegadea, que también formó parte de otros proyectos como Digna Biotech. Esta segunda aventura, encargada de desarrollar la faceta farmacéutica de CIMA y coordinada también por la Universidad de Navarra, se extinguió en 2012.
DESARROLLO, CAMBIOS Y DIVERSIFICACIÓN DE INVERSIONES
La sociedad ha sufrido varios cambios en los últimos años, siendo rebautizada como Pontegadea 2018 y derivando en la diversificación de inversiones.
Creada “con el objetivo de dotar al grupo de un entramado social acorde al crecimiento que está teniendo y con la intención de poder acometer acciones futuras” según informan fuentes de la propia empresa, esta nueva compañía también tiene su sede en Arteixo y cuenta con Ignacio Bengoechea y Jaime Francisco Carro como apoderados.
A través de ella, Ortega gestiona sus acciones en Inditex —superiores al 50 por ciento— o sus activos inmobiliarios en España, con un valor superior a los 1.300 millones de euros, para los cuales se creó Pontegadea Inmobiliaria, una nueva filial.
Esta sociedad está valorada en 8.900 millones de euros y no reporta pérdidas. Solamente el alquiler de los edificios que tiene en propiedad le reportan 389 millones de euros anuales, un 14% más que el curso anterior según informa El Mundo.
CRÍTICAS POR PARTE DE IGLESIAS
La figura de Amancio Ortega ha vuelto a salir a la palestra en las últimas semanas después de que Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, reprochase durante un acto de campaña sus última donación a la sanidad pública debido a los más de 600 millones de euros que se ahorra en impuestos gracias a maniobras de ingeniería fiscal.
Según Iglesias, “una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios”, añadiendo la siguiente pregunta a su afirmación: “¿Qué os parece que sea un millonario quien decida qué enfermedades y qué ciudades deben tener mejor recursos?”.
En la misma linea, Isa Serra —candidata de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid— ha dicho que "la sanidad pública no puede aceptar donaciones de Amancio Ortega”, mientras que desde la Asociación Española Contra el Cancer rechazan y castigan las afirmaciones del grupo morado.
“¿Creen que a una persona con cáncer le preocupa quién ha pagado el tratamiento que está recibiendo? A las personas con cáncer les preocupa vivir”, afirmaron fuentes de la asociación a Libre Mercado, donde también señalaron que no se le podía decir a un enfermo que no iba a recibir un tratamiento mejor por venir de donaciones realizadas por Amancio Ortega.
Según la propia Asociación Española Contra el Cáncer, las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública desde 2001 rozan los 600 millones de euros, sin tener en cuenta proyectos de carácter privado como el mencionado CIMA.