08 Apr 2013 | 11:15h
Los gallegos juegan más al euromillon desde que comenzó la crisis
Hay 1 entre 76 millones de posibilidades de que una persona se lleve el euromillones, pero a pesar de eso es el único de los juegos de azar que se ha disparado (se recauda un 65 % más) por la crisis, en Galicia y en el conjunto de España. Los problemas económicos generalizados han cambiado, y mucho, la relación de los gallegos con el juego de azar «estatal». Hasta el 2007, el jugador tipo que acudía a la Administración de Loterías era una persona que confiaba en la suerte y destinaba un dinero semanal a varios sorteos, los que más le gustaban. Seis años después, lo normal es que el cliente habitual gaste una tercera parte del dinero de antes y lo destine al sorteo que tiene bote esa semana.
Por eso tal vez los juegos que menos daño han sufrido con la crisis son los que acumulan botes: la bonoloto (bajó un 0,4 %), el gordo de la primitiva (cayó solo un 0,2 %) o el quinigol (el único con euromillones que ha crecido). En cambio, la quiniela ha caído en picado, como la lotería nacional, que se mantiene gracias a los sorteos extraordinarios. A la primitiva también le ha ido mal -bajó un 12 %-, pero lo compensó con lo ocurrido en la bonoloto y el gordo, que se mantuvieron, y de ahí que la media sea del -4 %.
¿Cuál fue el momento clave del descenso del juego? Posiblemente el 2012. «Las Navidades del 2011 fueron malas, pero estas últimas fueron mucho peores», dice la viguesa Raquel Vázquez.
Todo va mal desde el pasado año y se vuelven a ver conductas sorprendentes para un lotero: «La gente se queda con los céntimos y si devuelves, no sé, 50, 52 euros, el cliente espera que le des los dos céntimos, algo impensable hace años, porque si se los dabas te los dejaban», dice Isabel Rodríguez. No es que el céntimo solucione la vida a los usuarios, es que «ha cambiado la forma de pensar». Otra cosa que se nota es que ya nadie juega toda la devolución: «Si le tocan diez euros, la persona juega tres y se queda con siete», apunta Raquel, quien además escucha muchas quejas de la clientela sobre el impuesto que se cobra desde este año, el 20 % del importe premiado.
Esto no solo ocurre con la lotería. En la ONCE han notado mucho la falta de dinero para jugar. Desde el 2007 la recaudación gallega cayó un 8 %, y reconocen que son los sorteos extraordinarios los que la hacen crecer. Solo hay que pesar que el del 11-11-11 les reportó 67 millones de euros en toda España.
Fuente: La Voz de Galicia