3 mayo 2024
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«MasterChef» se rinde a la cocina gallega
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05 Jun 2014 | 13:14h
«MasterChef» se rinde a la cocina gallega
Ya sin Churra entre sus filas, MasterChef recaló este miércoles en tierras gallegas. Con la visita a esta esquina del mapa, el concurso consiguió su mejor dato de audiencia -un 20 % de cuota de pantalla-, pero el éxito no fue el mismo a la hora de sentarse en la mesa. Los invitados de esta semana -mariscadoras y mejilloneros de las Rías Baixas- se quedaron con las ganas de comer su producto estrella en condiciones.

Los nueve concursantes que todavía se mantienen a los fogones viajaron ayer a Poio y a O Grove con la misión de llevar a cabo una prueba de exteriores. El cometido fue todo un fracaso. Si bien la dificultad era mayor que en otras pruebas -los aspirantes a MasterChef tuvieron que salir a faenar ellos mismos- el momento definitivo se libró en la cocina. Y el éxito de ocasiones anteriores -en El Corte Inglés se pueden encontrar varios recetarios de los platos elaborados en el concurso- se convirtió en desastre esta vez. El equipo liderado por Mateo no consiguió hacer empanada suficiente -ni siquiera supieron multiplicar, cinco comensales se quedaron sin comer- y el grupo de Gonzalo hizo una sopa de marisco que terminó siendo un simple caldo con dos mejillones.




Previamente, los concursantes se trasladaron a O Grove, donde se embarcaron en el barco Chapelo Segundo, de Alexandre Aguín, concejal de la localidad pontevedresa y bateeiro. «Parece que es fácil que llegue en una bandeja en la mesa y es una trabajo impresionante», reflexionó Cristina, después de una dura jornada de trabajo. El programa de TVE presentó a los telespectadores el sector gallego del marisqueo, explicó que Galicia es el principal productor de mejillón del mundo y recalcó que en la ría de Arousa los productos extraídos del mar mueven un volumen de negocio superior a los 100 millones de euros al año.

A continuación, los concursantes se trasladaron al restaurante del chef Xosé Torres Canna, Pepe Vieira, poseedor de una estrella Michelin, donde los tres jueces detallaron las pautas del reto: preparar 60 raciones de empanada de mejillones y mejillones a la marinera o sopa de mejillones para el grupo de trabajadores gallegos. Con el estómago más vacío que lleno, los comensales abandonaron la sala tras el «Galicia calidade» exclamado por Samantha Vallejo-Nágera, para quitar un poco de hierro al asunto.

Fuente: La Voz de Galicia