30 julio 2025
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Rajoy mantiene la inversión en Galicia y Feijoo le reclama el dique flotante
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12 Mar 2013 | 09:17h
Rajoy mantiene la inversión en Galicia y Feijoo le reclama el dique flotante
Con crisis o sin ella, el AVE llegará a Galicia en el año 2018, como estaba previsto. Eso es lo que Mariano Rajoy le aseguró ayer en la Moncloa a Alberto Núñez Feijoo. Tras una reunión de más de dos horas, el presidente de la Xunta salió sin ningún compromiso nuevo, pero con la promesa de que no se alterarán los plazos comprometidos ni en lo que afecta a la conexión de alta velocidad con la Meseta, ni al resto de las grandes infraestructuras gallegas. Según explicó Feijoo, Rajoy le confirmó también la finalización de la autovía del Cantábrico en el 2013 y la del eje atlántico ferroviario entre A Coruña y Vigo en el 2014. El cumplimiento de esos plazos será posible, según dijo, gracias a las inversiones que se están realizando y a «las que se pretende incluir en los Presupuestos del Estado de los próximos años».
Feijoo admitió que en la actual situación de recesión no se llevaba de la Moncloa la promesa de ninguna otra nueva inversión, pero sí la confirmación de que unas infraestructuras muy importantes para la vertebración de Galicia y su conexión con el resto de España mantendrán los ritmos y plazos acordados. «No creo que sea mucho pedir lo que ya tienen los demás», contestó cuando se le preguntó cómo es posible mantener esas fuertes inversiones en un escenario de fuertes recortes.
El compromiso de Rajoy con Feijoo en cuanto a las fechas del AVE llegó curiosamente el mismo día en el que la ministra de Fomento, Ana Pastor, rechazó en Bruselas poner plazo al fin de las obras. «No voy a poner fechas», dijo, porque es mejor no hacer «predicciones» ya que «hay un plan de infraestructuras que se ha complicado».
Feijoo exigió explícitamente a Rajoy su apoyo para conseguir carga de trabajo para el astillero de Navantia en Ferrol y para que la SEPI consiga nuevos contratos. Y pese a las reticencias del Gobierno, insistió en la necesidad de construir un dique flotante. Abrió no obstante la vía para que, si no es posible, se construyan «otras infraestructuras» que mejoren la capacidad de reparación. Rajoy es consciente, según dijo, de que o se consiguen barcos o hay que incrementar la capacidad de reparación de los astilleros. «O barco o dique, o dique o barco o las dos cosas», resumió. Reclamó también al presidente que negocie ante la UE para que no se aplique la retroactividad en el tax lease, de modo que los astilleros no tengan que devolver las cantidades ya recibidas.
La reforma de la Administración local es la que concentra más discrepancias entre el Gobierno y la Xunta. Feijoo entregó a Rajoy un dosier con las alegaciones que planteará a la reforma prevista que, según dijo, conviene afrontar con «sosiego», así como con «inteligencia y mesura». Entre esas reivindicaciones está la de que se incluya el principio inspirador de la cooperación entre ayuntamientos, bien mediante las ayudas para los municipios que decidan fusionarse voluntariamente o con la colaboración puntual para la gestión de servicios. Rajoy, según Feijoo, mostró «receptividad» a esta propuesta. Pero la Xunta reclama también, en contra del criterio del Gobierno, que se mantenga para los alcaldes de pequeños municipios un sueldo que equivalga como mínimo al de un funcionario.




El presidente gallego reclamó al jefe del Ejecutivo que en la próxima ley de transparencia de la cadena alimentaria -que está preparando el Gobierno- se incluya entre los principios generales de la norma que los precios de la leche no puedan ser inferiores a los costes de producción.