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Sargadelos nombra presidente a un socio que denunció al consejo de administración
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08 Jul 2014 | 16:09h
Sargadelos nombra presidente a un socio que denunció al consejo de administración
El consejo de administración y la gestión de Sargadelos acaban de dar un nuevo vuelco. La junta general ordinaria de accionistas celebrada el pasado 27 de junio en la sede de Cerámicas O Castro designó a uno de sus principales accionistas, Segismundo García Sineiro, presidente del consejo de administración, puesto que hasta ahora ocupaba José Luis Vázquez Montero, miembro de otra de las familias accionistas.

La elección se produjo a pesar de que García Sineiro, que llevaba años apartado de la gestión por diferencias con la dirección, tiene denunciados a once consejeros y exconsejeros de Fábrica de Cerámicas de Sargadelos, la factoría de Lugo, y de Cerámicas O Castro, la de Sada, por delitos societarios.




Entre ellos, están la familia Vázquez -que sin embargo apoyaron su candidatura a la Presidencia-; los dos hijos del fundador del proyecto, Isaac Díaz Pardo, también presentes en el capital; el abogado Santiago Sineiro; Javier Remeseiro (responsable de Recursos Humanos de las dos fábricas); Andrés Varela y hasta el exconsejero de Pescanova, Alfonso Paz Andrade. Todos fueron a declarar el año pasado como imputados en el juzgado de instrucción número 1 de Viveiro acusados de derivar dinero de las fábricas al Instituto Galego de Información (IGI), una de las entidades fundadas por Díaz Pardo y vinculadas al grupo entre 2000 y 2007. El caso está pendiente de resolverse.

Los Vázquez y Segismundo García suman un 51% del capital de Cerámicas O Castro, con lo que su nombramiento salió adelante a pesar de la oposición de los herederos de Isaac Díaz Pardo, los otros accionistas con más peso. Vázquez Montero fue designado vocal y su primo, Ángel Vázquez, secretario pero no consejero.

El accionariado de Cerámicas O Castro está dividido entre el empresario Segismundo García (con en torno a un 20%) la familia Vázquez (un 31%) -descendientes de antiguos trabajadores de Sargadelos a los que Díaz Pardo premió con acciones-; los herederos de Isaac Díaz Pardo (27%) y el Laboratorio de Formas de Galicia, que controla en torno a un 18%.

La alianza de los Vázquez y García se produce meses después de romperse la que los Vázquez ofrecieron a Camilo y Xosé Díaz, hijos de Díaz Pardo, para volver a integrarse en el consejo de administración a condición de recuperar el proyecto socioempresarial de los fundadores de Sargadelos. El acuerdo no fructificó y los hijos de Díaz Pardo volvieron a abandonar el consejo antes de cumplirse seis meses de su regreso.

Desde que los Vázquez y García unieron sus votos para desalojar a Díaz Pardo de la dirección del proyecto que él y Luis Seoane crearon en los años cincuenta, los accionistas conviven enfrentados. Pocos años después, en 2009, comenzó la crisis de Sargadelos, que tras encadenar cinco expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales, reducciones de salario, y de contratar y prescindir de varios gerentes, acabó por despedir a 70 trabajadoras a finales del año pasado y por declararse en suspensión de pagos con una deuda de cinco millones, a principios de marzo.

Los despidos forman parte de un plan de viabilidad elaborado por una empresa externa y aprobado por los accionistas -incluidos los hijos de Díaz Pardo- en otoño pasado. Dentro de este plan se encontraba la contratación de un gerente en el que el consejo de administración delegaría todas las facultades de gestión, con la idea de profesionalizarla y evitar caer en errores del pasado.

El elegido fue Javier Rodríguez-Losada, un economista procedente de Fundación Mondariz Balneario y vinculado a los valores de defensa y difusión de la cultura gallega con los que nació Sargadelos. Rodríguez-Losada asumió el reto en abril pero antes del fin de junio ya estaba fuera de la empresa -según fuentes del consejo- por diferencias con el ahora expresidente Vázquez Montero. Los detractores del expresidente le acusan de "deshacer todo lo que hacía" el director general y de incumplir el mandato de los accionistas. Rodríguez-Losada le pidió de hecho que le dejase asumir la función para la que había sido contratado y dimitiese como presidente o se desvinculase de la gestión. Poco después se produjo su cese. Este diario intentó sin éxito ponerse en contacto con José Luis Vázquez y Segismundo García para contrastar esta información.

Segismundo García Sineiro ya fue gerente del grupo en los primeros años de su crisis y tuvo numerosos enfrentamientos con los trabajadores. Su regreso se produce en medio de una tormenta. A la suspensión de pagos y la crisis interna de Sargadelos se suma ahora el conflicto judicial con la plantilla. Los trabajadores recurrieron ante los tribunales el ERE que la firma ejecutó a finales del año pasado en pleno preconcurso de acreedores. El juicio, celebrado la semana pasada, quedó visto para sentencia.

Fuente: La Opinión de A Coruña