Pemex parece no tener prisa para la adjudicación de los buques hotel (accommodation floatel, por su denominación original en inglés), a cuya construcción aspiran los astilleros gallegos Hijos de J. Barreras, de Vigo, y Navantia, de Ferrol, en una oferta conjunta encabezada por las filiales de la petrolera mexicana PMI Norteamérica, PMI Trading Limited y la firma de hostelería Koltov, que aportan la cuota mexicana impuesta en las bases para poder concurrir a la licitación.

La propuesta gallega es la gran favorita, porque incluso en la fase previa a la convocatoria del concurso, tanto desde España como desde México, se consideraba que, con un contrato firmado por PMI con Barreras y Navantia, el concurso era un mero trámite. La propia filial de Pemex llegó a afirmar que «el concurso no es vinculante, porque PMI tiene capacidad por sí misma para construir los barcos. Si no se gana la licitación se construirán igual y se ofrecerán al mercado internacional», dijo en enero del 2013. ¿Qué ha pasado para que la filial de Pemex diga ahora que «el compromiso oficial de PMI Norteamérica es el de la construcción de los buques siempre y cuando se cuente con el contrato de Pemex»? ¿Estrategia de disimulo ante la competencia o un paso atrás por temor a no superar el concurso?




Fuente: La Voz de Galicia