05 Nov 2013 | 11:15h
Cerca de 8.000 escolares gallegos han perdido la gratuidad de los comedores
El nuevo modelo de gestión de los comedores escolares, que vincula las tarifas de los menús al nivel de renta de las familias, marcó ayer la comparecencia de presupuestos del conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Jesús Vázquez, que aprovechó su presencia en el Parlamento para realizar la radiografía del nuevo copago, según la cual el 77,6 % de los alumnos mantendrán la gratuidad plena del comedor, lo que supone que casi ocho mil escolares deberán pagar ahora un servicio complementario que en el curso pasado recibieron gratis.
De acuerdo con los datos provisionales expuestos por el conselleiro, en base a la clasificación del 98 % del alumnado, solo el 11,7 % del total abonarán la tarifa máxima por comer en los centros escolares, fijada en 4,5 euros. Otro 3,3 % pagarán una tasa de 2,5 euros, mientras que el 5,5 %, o lo que es lo mismo, unos 3.180 escolares, deberán abonar únicamente un euro al día por comer.
Los porcentajes aportados por Jesús Vázquez permiten por primera vez medir el impacto que ha tenido sobre las economías domésticas el cambio del modelo de gestión de los comedores de la Xunta, al cruzarlos con las cifras absolutas facilitadas más tarde por Educación y con los datos oficiales de usuarios que se hicieron públicos el pasado mes de marzo, cuando se anunció el fin del viejo modelo.
De esos cálculos se colige que, del curso pasado al actual, han perdido el derecho de gratuidad casi ocho mil escolares, al pasar los usuarios exentos de pago de 52.337 a 44.865. Las consecuencias son notables, pero aproximadamente la mitad de potentes que las aventuradas hace siete meses.
En el ciclo 2012-2013, además, 1.950 estudiantes abonaban 1,6 euros por menú, y otros 2.713, 3,21. En el 2013-2014, 3.180 chavales desembolsan un euro; 1.908, 2,5, y 6.764, 4,5. Del global de comensales admitidos en la red autonómica (57.816), quedan todavía 1.099 por clasificar, según la consellería. Otros 12.480 almuerzan en locales gestionados por ayuntamientos y, mayoritariamente, por asociaciones de madres y padres de alumnos.
Con todo, Vázquez Abad defendió el cambio de modelo en aras de evitar la «picaresca» que se detectó en la etapa anterior. Puso en valor, además, que por quinto año consecutivo «medra a contía» destinada a sufragar los comedores «no medio da crise económica máis feroz».
Fuente: La Voz de Galicia