La primera reunión entre el administrador concursal de Pescanova y la banca (el grupo de los mayores acreedores) sirvió, entre otros muchos puntos, para volver a poner de manifiesto que la multinacional pesquera precisa una inyección económica urgente. Ya lo había pedido la empresa hace unas semanas, y ayer lo reiteraron los representantes de Deloitte, los administradores nombrados a instancias de la CNMV. Según fuentes bancarias, pidieron que la banca inyecte, de forma urgente, liquidez en la compañía. Se hace imprescindible para poder afrontar pagos urgentes y mantener a flote el grupo. Ese fue el tema central durante una larga reunión con miembros del Sabadell, Popular, Bankia, La Caixa, NCG, RBS y Deutsche Bank, el núcleo de representantes de los acreedores.
La inyección de liquidez es una incógnita, aunque algunas fuentes estiman que podría estar entre los 50 y los 100 millones de euros. Deloitte, según varias fuentes, no concretó una cantidad, y se emplazó a la banca a que dé una respuesta pronto.
Está por ver cómo se encaja entre las entidades porque la exposición que tienen ya en la multinacional es realmente elevada, y se ignora cómo se puede resolver. La deuda reconocida ya por Pescanova con todas las entidades bancarias supera los 3.000 millones de euros, repartidos entre la matriz y una compleja red de sociedades extendidas por todo el mundo (Argentina, Chile, Portugal, Nicaragua, Brasil, Namibia...). Hay tantas ramificaciones que, según los administradores, el grupo de bancos que mantienen intereses con Pescanova supera el centenar, repartidos igualmente por todo el mundo, aunque los 10 mayores agrupan el 42 % de toda la deuda reconocida hasta la fecha.

Fuente: La Voz de Galicia