08 May 2013 | 11:03h
Las renuncias a heredar subieron un 137 % en Galicia con la crisis
Las sucesiones, sobre todo las consistentes en fincas o inmuebles, llevan aparejadas muchas veces deudas importantes que las convierten en caramelos envenenados.
Isidoro Calvo, secretario del Ilustre Colegio Notarial de Galicia, explica la situación con un ejemplo real. Se trata de un matrimonio al que, por fallecimiento de un hijo, les correspondía heredar una casa en la costa. El inmueble había costado mucho dinero en tiempos de bonanza y quedaban por pagar aún 200.000 euros de la hipoteca. Pero su valor tras la muerte del propietario, ya en pleno batacazo del ladrillo, no llegaba a 120.000.
El matrimonio se planteó entonces renunciar a él para no quedarse con semejante pufo, pero el problema era que la herencia pasaría a sus otros hijos, hermanos del difunto. Ellos podrían renunciar también, pero uno de ellos tiene una hija pequeña que se convertiría igualmente en heredera. En su caso, por ser menor, la renuncia precisaría una autorización judicial especial; más burocracia.
Isidoro Calvo, con 18 años de experiencia a sus espaldas, asegura que las renuncias a herencias eran «casi inexistentes» hasta el año 2007. Hoy son «bastante frecuentes». Los datos del Consejo General del Notariado, detallados en el gráfico de esta página, avalan su observación. Los rechazos se incrementaron un 137 % en Galicia entre el 2007 y el 2012 (544 frente a 1.291). Los de esta comunidad fueron el 5,5 % de todos los tramitados en el país durante el año pasado.
Fuente: La Voz de Galicia